El Calendario, el Siglo XXI y el Milenio III
I - El calendario Juliano
Como su nombre indica fue introducido por Cayo Julio Cesar, aconsejado por el astrónomo egipcio de origen griego Sosígenes de Alejandría. La causa de la implantación del mismo fue la total desorganización del calendario existente hasta entonces en Roma, que era el calendario desde la fundación de Roma, introducido por Numa Pompilio y que precisaba de continuos reajustes. El Calendario Juliano comenzó el año 46 antes de J.C. (año 708 de la fundación de Roma), realizándose un ajuste para compensar el error acomulado hasta entonces, consistente en añadir días al citado año hasta que este alcanzó los 445 días, por lo que fue llamado año de la confusión. Como consecuencia el año 45 antes de J.C (año 709 de la fundación de Roma) fue el primer año del Calendario Juliano ya corregido.
El Calendario Juliano se basaba en la duración del año calculada por Sosígenes de Alejandría de 365 días y 6 horas y para que en lo sucesivo no volviese a producirse desajuste se estableció que de cada ciclo de 4 años, 3 años fuesen de 365 días y 1 año de 366 días. A los años de 366 días se les llamó años bisiestos y a los de 365 días años comunes. También se estableció que los años bisiestos fuesen los divisibles entre 4.
Con la corrección del Calendario Juliano aún quedaba un error de 11 minutos y 14 segundos por año, ya que Sosígenes de Alejandría calculó que el año duraba 365 días y 6 horas, cuando la duración exacta del año trópico o verdadero es de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos. Conviene señalar que la duración del año trópico o verdadero no es constante, ya que disminuye en 0,005 segundos por año, equivalentes a 0,5 segundos por siglo.
Conviene indicar que en el Calendario Juliano se contaban los años desde la fundación de Roma, de tal modo que el año 1 después de J.C. era el año 754 de la fundación de Roma. Así continuaron contándose los años hasta llegar al año 284 después de J.C. (año 1.037 de la fundación de Roma), fecha en la que subió al poder el Emperador Cayo Valerio Aurelio Diocleciano, que decidió que se contasen los años desde su subida al trono. Como consecuencia el año 284 después de J.C. (año 1.037 de la fundación de Roma) pasó a ser el año 1 de Diocleciano.
De esta forma continuaron contándose los años hasta que el Papa Juan I encargó al monje Dionisio el Exiguo en el Siglo VI que estudiase la fecha de nacimiento de J.C. para contar los años desde su nacimiento. Dionisio el Exiguo era un monje que residía en Roma, que vivió aproximadamente desde el año 465 después de J.C. (año 1.218 de la fundación de Roma o año 182 de Diocleciano) hasta el año 545 después de J.C. (año 1.298 de la fundación de Roma o año 262 de Diocleciano). Después de estudiar la Biblia y otros Documentos Dionisio el Exiguo determinó que J.C. había nacido al comenzar el día 25 de Diciembre del año 753 de la fundación de Roma, por lo que a este año le denominó año 1 antes de J.C. y al año siguiente, año 754 de la fundación de Roma, le denominó año 1 después de J.C. Esta información se la entregó al Papa Juan I hacia el año 530 después de J. C. (año 1.283 de la fundación de Roma o año 247 de Diocleciano). De esta forma se continuó contando los años hasta nuestros días.
Pero no todo termina aquí, ya que los investigadores actuales han llegado a la conclusión de que Dionisio el Exiguo cometió un error al determinar la fecha del nacimiento de J.C. basándose en varios datos. El principal es que Herodes el Grande falleció el año el año 4 antes de J.C. (año 750 de la fundación de Roma) y fue quien mandó matar a todos los niños de hasta 2 años. Si la orden la dio el año 4 antes de J.C. (año 750 de la fundación de Roma) es por que calculó que J.C. había nacido entre el año 6 antes de J.C (año 748 de la fundación de Roma) y el año 4 antes de J.C. (año 750 de la fundación de Roma). Parece por lo tanto evidente que J.C. pudo nacer aproximadamente hacia el año 5 antes de J.C. (año 749 de la fundación de Roma). Algunos autores basándose en otros datos calculan que la horquilla se extiende desde el año 8 antes de J.C. (año 746 de la fundación de Roma) hasta el año 4 antes de J.C. (año 750 de la fundación de Roma). Lo que resulta evidente es que hoy en día no merece la pena el realizar la corrección por este error, por una parte por las complicaciones que traería y por otra por que no sabemos con exactitud el año de nacimiento de J.C., aunque si sabemos que no fue en el año que calculó Dionisio el Exiguo para nuestro calendario.
II - El calendario Gregoriano
Desde la implantación del Calendario Juliano el año el año 46 antes de J.C. (año 708 de la fundación de Roma), con el paso de los siglos se fue acomulando de nuevo un error, ya que como ya se ha indicado el calendario Juliano tenía un error de 11 minutos y 14 segundos por año. En el Siglo XVI este error acomulado desde el año 325 después de J. C. (año 42 de Diocleciano) en que se celebró el Concilio de Nicea era de 10 días, por lo cual el equinoccio de primavera ya no coincidía con el día 21 de Marzo, como coincidía en la fecha del Concilio de Nicea, en el que se acordó que esta coincidencia debería de mantenerse.
En vista de esta situación el Papa Gregorio XIII en el año 1.582, aconsejado por varios expertos, entre ellos Luigi Lilio (Alosyus Lillius) y Cristóbal Clavio (Christopher Flavius) decidió acometer una reforma del calendario. Este calendario introducido por el Papa Gregorio XIII se llamó Calendario Gregoriano.
Para corregir el error de 10 días antes indicado se decidió que el día siguiente al día 4 de Octubre del año 1.582 fuese el día 15 del mismo mes y año, saltándose por lo tanto 10 días, con lo cual dicho año tuvo solamente 355 días, por lo que fue llamado año de la corrección. Con esta corrección se consiguió que el equinoccio de primavera coincidiese de nuevo con el día 21 de Marzo, tal y como se había establecido en el Concilio de Nicea el año 325 después de J.C. (año 42 de Diocleciano). Se estableció, al igual que en el Calendario Juliano, que de cada ciclo de 4 años, 3 años fuesen de 365 días y 1 año de 366 días. A los años de 366 días se les llamó años bisiestos y a los de 365 días años comunes. También se estableció que los años bisiestos fuesen los divisibles entre 4. Para que en lo sucesivo no volviese a producirse el error del Calendario Juliano se estableció que de los años fin de siglo, terminados en 00 (dos ceros), solamente fuesen bisiestos los que fuesen divisibles entre 400 y los demás fuesen años comunes.
Como consecuencia de lo anterior el Calendario Gregoriano tiene un ciclo de 400 años, ó 20.871 semanas, ó 146.097 días, con 97 años bisiestos y 303 años comunes, que se repite idénticamente.
Con el actual Calendario Gregoriano aún queda un error residual, ya que el año medio del Calendario Gregoriano tiene una duración de 146.097 / 400 = 365,2425 días = 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12 segundos y el año trópico o verdadero, como ya hemos indicado, tiene una duración de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos, existiendo por lo tanto un pequeño error de 26 segundos por año. Conviene señalar de nuevo que la duración del año trópico o verdadero no es constante, ya que disminuye en 0,005 segundos por año, equivalentes a 0,5 segundos por siglo. Este error del Calendario Gregoriano que parece insignificante se irá acomulando a lo largo de los siglos y en un período de 3.323 años se habrá acomulado un error de 1 día, por lo que hacia el año 4.905 sería preciso realizar una corrección suprimiendo 1 año bisiesto de los que deberían serlo en el Calendario Gregoriano.
III- El Siglo XXI y el Milenio III
Está bastante extendida la creencia errónea de que el Siglo XXI y el Milenio III comienzan el año 2.000, lo cual es completamente falso, por lo cual he decidido escribir este pequeño artículo de divulgación, para sacar del citado error a muchas personas, incluyendo a políticos, prensa, radio y televisión.
Para comenzar diré que el último año del Siglo XX y del Milenio II es el año 2.000, (y no el año 1.999 como erróneamente creen algunos) y que por lo tanto el primer año del Siglo XXI y del Milenio III es el año 2.001, (y no el año 2.000 como erróneamente creen algunos). Quede por lo tanto bien claro que el cambio del Siglo XX al Siglo XXI y del Milenio II al Milenio III se produce a las 24 horas exactas del día 31 de Diciembre del año 2.000, (y no del año 1.999 como erróneamente creen algunos) = a las 0 horas exactas del día 1 de Enero del año 2.001.
Generalizando podemos afirmar que el año 2.000 es el último año de la Década CC, del Siglo XX y del Milenio II, y por lo tanto el año 2.001 es el primer año da la Década CCI, del Siglo XXI y del Milenio III. ¿Comprendido?.
Todo lo anterior es de pura lógica matemática como veremos a continuación. La Década I tiene 10 años como todas las décadas, numerados del año 1 al año 10 ambos inclusive, por lo tanto la Década II, que también tiene 10 años como todas las décadas, tendrá los años numerados del año 11 al año 20 ambos inclusive. Continuando con este razonamiento llegamos a la Década CC, que tiene los años numerados del año 1.991 al año 2.000 ambos inclusive. La Década CCI tendrá los años numerados del año 2.001 al año 2.010 ambos inclusive.
El mismo razonamiento podemos emplearlo también para los Siglos. El Siglo I tiene 100 años como todos los siglos, numerados del año 1 al año 100 ambos inclusive, por lo tanto el Siglo II, que también tiene 100 años como todos los siglos, tendrá los años numerados del año 101 al año 200 ambos inclusive. Continuando con este razonamiento llegaremos al Siglo XX, que tiene los años numerados del año 1.901 al año 2.000 ambos inclusive. El Siglo XXI tendrá los años numerados del año 2.001 al año 2.100 ambos inclusive.
El mismo razonamiento podemos emplearlo también para los Milenios. El Milenio I, tiene 1.000 años como todos los milenios, numerados del año 1 al año 1.000 ambos inclusive, por lo tanto el Milenio II, que también tiene 1.000 años como todos los milenios, tendrá los años numerados del año 1.001 al año 2.000 ambos inclusive, y el Milenio III, que también tiene 1.000 años como todos los milenios, tendrá los años numerados del año 2.001 al año 3.000 ambos inclusive.
También conviene indicar que no existió el año "cero", ya que en el instante del origen del tiempo se paso del año 1 antes de Jesucristo, al año 1 después de Jesucristo. ¿Entendido?. Tomamos como origen del tiempo el instante en que nació Jesucristo. Además, matemáticamente sabemos que el "cero" es un símbolo que representa "la nada", es decir "la no existencia", por lo cual es evidente que el año "cero" no existió. Podemos poner dos ejemplos para que no quede ninguna duda al respecto. Ejemplo primero: El primer día de cada mes es el día 1 y no el día "cero". Ejemplo segundo: El primer mes de cada año, que es Enero, es el mes 1 y no el mes "cero". Con estos dos ejemplos habrá quedado suficientemente claro que el primer año después de Jesucristo es el año 1 y no el año "cero".
Se pueden establecer unas normas generales para evitar el confusionismo reinante al respecto, que son las siguientes:
El último año de todas las décadas, es un número que termina siempre en 0 (cero). El último año de todos los siglos, es un número que termina siempre en 00 (dos ceros). El último año de todos los milenios, es un número que termina siempre en 000 (tres ceros).
El primer año de todas las décadas, es un número que termina siempre en 1 (uno). El primer año de todos los siglos es un número que termina en 01 (cero uno), excepto en el Siglo I, cuyo primer año es el año 1 (uno). El primer año de todos los milenios, es un número que termina en 001 (cero cero uno), excepto en el Milenio I, cuyo primer año es el año 1 (uno).
Para terminar, recordar que el día 31 de Diciembre del año 2.000 a las 24 horas exactas, terminan y comienzan simultáneamente: día, semana, mes, año, lustro, década, siglo y milenio. Hay que hacer notar que esta óctuple coincidencia no volverá a suceder hasta el día 31 de Diciembre del año 4.000 a las 24 horas exactas. Esto es debido a dos causas, por una parte que muestro calendario, el Calendario Gregoriano, tiene un ciclo que se repite exactamente cada 400 años, como ya se ha indicado anteriormente, y por otra parte que para repetirse la óctuple coincidencia debe de ser un año fin de milenio, terminado en 000 (tres ceros), por lo tanto un año múltiplo de 1.000 y de 400 que es el año 4.000 antes indicado.
Como podemos ver se trata de una cuestión puramente matemática, no teniendo nada que ver en el tema la astronomía, u otras ciencias. Se trata simplemente de razonar un poco sin agobios, ni prisas, dedicándole al tema algo de tiempo y concentrándose en el mismo, por que la cuestión es bastante sencilla.
Espero que esta explicación sea suficientemente clara, para que queden todas las dudas disipadas para siempre, y nadie se vuelva a equivocar con este tema tan sencillo.
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